Director: Osgood Perkins (as Oz Perkins)
Guionista: Osgood Perkins (as Oz Perkins)
Cast: Emma Roberts, Kiernan Shipka, Lauren Holly
Duración: 93 minutos.
País: USA/CanadáNota: 9/10
Una figura que se repite en este festival. Oz Perkins es también guionista de The Girl in the photographs, a la que no pude asistir. Este actor que ha pasado a sentarse en la silla del director nos traía este pasado miércoles (hará ya casi una semana) su film February.
February es, sin lugar a dudas, un circo para los sentidos. Ha sido uno de mis films favoritos entre los doce que he podido ver y no voy a esconderlo.
Cuenta la historia de dos chicas: Kat, que teme que sus padres hayan muerto antes de que lleguen las vacaciones de Navidad, y Rose, que teme que sus padres lleguen mucho antes de lo que lo haga su menstruación este mes. Así, la narración de un vuelco descubriendo un tercer personaje clave: Joan, una muchacha que huye de un psiquiátrico una fría noche de Febrero. Toda la historia gira y funciona con el mecanismo audiovisual que Perkins ejecuta y fascina por el papel de las tres grandes actrices principales; cautivadoras. La reconocida Emma Roberts en el papel de Joan, Lauren Holly a cargo del papel de Rose y Kiernan Shipka y su grandiosa actuación en el papel de Kat. No es una historia enrevesada, no es complicada ni grandilocuente. No tiene giros inesperados.
Creo que la maravilla está en el ritmo y en la planificación. Consiguen no tan solo adaptar a la pausa irreverente del invierno y el concepto del aislamiento por la nieve, del frío y el abandono, generando el hueco que los padres de la propia Kat han dejado. Este vacío es el espacio en el que el director trabaja el cine. A su vez, la encadenación de los sucesos, la falta de referencias temporales pero la constante del internado femenino al que asisten las dos muchachas y en las que quedan encerradas generan un aura predispuesta; misteriosa y con cierto deje a la violencia. La tensión irradia en la actuación de Shipka hasta el desenlace del misterio primordial, el que dará la respuesta a las preguntas. Es sutil y hace que todas sus piezas generen una máquina que funciona en sincronía.
No había visto jamás una película de terror ambientada de esta manera. Me hace pensar en cómo afloran últimamente las school girls y las nuevas formas de abordarlas. Me recuerda a The moth diaries pero sin el referente literario y carente del patetismo clásico de la época, el momento y las elecciones que se tomaron para hacerla. Elimina por completo el vampirismo y convierte la huida en otra.
Nunca sabemos de los padres de Kat y no lo necesitamos. Prevemos todos los giros, como si nos los dejaran ver. No es importante que conozcas qué ocurrió, sentí mientras la veía, sino el porqué vuelve a ocurrir. Personalmente, es lo más inquietante de todo el film: como esa ausencia, ese vacío, da espacio a todos los monstruos a aparecer.
¿Qué darías por llenar el vacío?
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